Escultura al aire libre

Afortunadamente, hay todavía en Madrid muchas cosas que son gratuitas o por las que hay que pagar muy poco para disfrutarlas. Hay museos cuya entrada es gratis, y otros que ofrecen entradas gratuitas en ciertos horarios o días; observar la arquitectura no cuesta nada, al igual que las esculturas situadas en lugares públicos; la entrada a los jardines de la ciudad también es gratuita, o cuesta muy poco, como, por ejemplo, el acceso al Jardín Botánico; etc. Y todos estos lugares nos brindan muchos aprendizajes y momentos de diversión, entre otras muchas experiencias.

Uno de estos sitios, cuya entrada es gratis, es el Museo de Escultura de Leganés, un lugar al aire libre en el que es posible encontrar obras escultóricas de algunos de los artistas más destacados del siglo XX, tales como Jorge Oteiza, Martín Chirino, Juan Bordes, Pablo Serrano, Agustín Ibarrola, etc. Y abre todos los días de 8 a 24 horas.  A este museo fue al que hace ya más de un mes fui con mis dos hijos un día, justo a la hora de la siesta y cuando el sol no apretaba  tanto como estos días.

En el museo, además de disfrutar de sus bancos a la sombra, vimos maravillosas piezas de abstracción geométrica casi imposibles y también alguna que otra escultura "realista". Mis hijos aprendieron mucho ese día de arte, pero sobre todo creo que aprendieron a observar las formas, a analizarlas desde diferentes ángulos. Hablamos también mucho de los materiales con los que estaban hechas. Además, este tipo de obras se prestan mucho a desarrollar la imaginación a la hora de discernir qué es lo representado o qué mensaje ha querido transmitirnos el escultor.

Algunas de las obras que vimos:

Mediterránea III, de Martín Chirino:


Grupo 47. Diálogo, de Ángel Ferrant:


Arco, de Martín Chirino:


Crisálida suspendida, de José Luis A. Coomonie, una de mis favoritas de este museo:


Millenia, de Manolo González, que nos gustó mucho a todos:



Tres mujeres, de Ángel Ferrant, que a nosotros nos parecieron dientes y muelas :) :


Distorsión nº 6, de Ricardo Ugarte:


Cantante, de José Carrilero:


Stella, de José Noja Ortega,  fue la obra que más impresionó a mis hijos:


Mujer al sol, de Benjamín Mustieles:



El Hachero, de Luis Marco Pérez:



Concierto en do mayor, de César Montaña, antiguo director y profesor, ya fallecido, de la escuela en la que yo estudié escultura:



El cante, de Venancio Blanco:


Y muchas otras...



Los castaños en flor estaban preciosos en mayo.


Y descansamos un rato en esta bonita zona del museo:


Más allá de lo estrictamente "académico", hay muchos otros aprendizajes que aguardan a nuestros hijos ahí fuera, lejos de las aulas y de nuestras casas. No sé cómo mucha gente ha llegado a la convicción de que únicamente es posible aprender entre las cuatro paredes que nos ofrecen las escuelas o nuestras casas. Todos los días aprendemos algo, aunque únicamente sea mediante la observación, sin ni siquiera abrir un libro o encender una pantalla. Aprendemos por el simple hecho de estar vivos.

Comentarios

  1. Precioso museo, perfecto para visitar en estos días soleados. Gracias por la aportación.
    Coincido contigo en que la educación "de la vida" es precisamente con la que más aprendemos. El aprendizaje dentro del aula es tan limitado!!! El aprendizaje va más allá, y comprende todos los actos de nuestra vida. Claro que hay aprendizaje fuera de las 4 paredes de una escuela. El mundo entero nos procura aprendizaje. No nos limitemos. Ampliemos nuestras opciones.

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