Adagio extraescolar



La verdad es que no me apetece publicar nada sobre nuestra vida. La gente habla mucho sobre su vida, hoy en día, como si a alguien le importara. Pero hay que hacer algo por esto de la libertad educativa, por la libertad individual en general. Tampoco es muy difícil. Por ejemplo traigo a estos dos, el maestro Joaquín Rodrigo y Paco de Lucía, que no fueron al colegio y te hacen y te tocan el adagio del Concierto de Aranjuez.

Comentarios

  1. estoy contigo color nómada. No me apetece hablar de nuestra vida...es nuestra. de hecho mis hijos de 7 y 4 años conocen para que es este Blog y el mayor dice que no quiere que contemos nuestra vida,nuestros juegos,nuestros ratos....y estoy con el ...son nuestros. Si quiero que se hable de nuestra opción,que se hable de la libertad educativa y desde ahi si. Ole por Joaquín Rodrigo y Ole por Paco de Lucia. Colaboro en el blog porque deseo libertad educativa libre, sin que nos miren como a bichos raros pues somos igual que tu y que tu y que tu y que tu ....huuuum más que la vida contar lo que hacemos o no hacemos se que sirve para que se nos conozca....lo que ocurre es que educar en familia es tan amplio y heterogéneo como sea tu familia.....no hay un modelo....el modelo lo haces tu caminando. olé por la vida y que podamos vivirla como sentimos respetando y siendo respetados

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  2. Sí, me uno a lo que dices, Violeta. Debería puntualizar sobre la educación de los músicos. Joaquín Rodrigo, que perdió la vista de bebé (difteria),aunque pasó a los 4 años por un colegio para ciegos, pudo dedicarse plenamente a la música desde los 8 años, con profesores de Valencia que veían en él a un virtuoso. Fue el caso de muchos de los compositores de éxito antes a la obligación universal de escolarización de la Ley Villar-Palasí de 1970. Tárrega, Albéniz, Granados, por ejemplo, pudieron dedicar su infancia a la música casi exclusivamente.
    https://www.upv.es/organizacion/la-institucion/honoris-causa/joaquin-rodrigo/discurso-es.html
    "Del padre de Paco de Lucía se cuenta que le dio una educación casi carcelaria, que estaba obsesionado con hacer de su hijo un guitarrista como Dios manda. "No le dejaba jugar ni a las bolas", cuenta un testigo de aquellos años.
    http://www.elmundo.es/cultura/2014/02/26/530da9d2e2704e77048b456e.html

    Cualquier puntualización, es bienvenida. Muchos de los que no fueron a colegios se avergonzaban por ello y no es fácil localizarlo en sus biografías.

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