1984, Soylent Green, la Invasión de los ultracuerpos, Brazil, Farenheit 451, Demolition man, La fuga de Logan.
Todas estas películas y muchas otras presentaban sociedades horribles con un rasgo común: los hombres perdíamos nuestra libertad, sometidos a un poder autoritario con el que la inmensa mayoría concordaba. Quienes negaban la farsa, son tachados de antisociales.
Ahora no hace falta ver ninguna película para conocer una distopía semejante. Basta con salir a la calle. Todo es control. Autoridades a las que jamás hemos cedido nuestros derechos nos tratan como a pollos en una granja que administrasen. El acuerdo que teníamos con los demás, de respeto mutuo, no existe. Siendo muchos, se sienten con derecho a obligar al otro a lo que ellos quieran. Médicos que no son los nuestros nos obligan a cosas. Policías que protegían nuestros derechos los vulneran todos. Políticos cuyo único fin es el poder y que no llegan a 4 en las encuestas de aprobación actúan como si fueran nuestros padres. Es la mayor violación a la libertad individual que hemos visto en la vida, quizás en la historia.
Hemos compuesto una canción para que termine.
Se titula: Viaje a Distopía.
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